domingo, 20 de septiembre de 2009

domingo, 13 de septiembre de 2009

CADA CABEZA ES UN MUNDO




La semana pasada estuve en la boda de un gran amigo, que está pasando un momento muy bueno en su vida, cosa que me da mucho gusto. Felicidades Papá!

A la boda fui con otra gran amiga, que aunque no está en un momento tan bueno en su vida, está en el punto en donde puede volver a empezar y hacer de su vida lo que ella desee.

Este es un tema interesante, ya que con el tiempo, nuestras decisiones y la vida nos van llevando de una u otra manera a situaciones en las que parece que ya no hay tantas opciones, ya que el nivel de responsabilidades y compromisos que vamos adquiriendo es cada vez más alto. Lo interesante aquí es detenerse y hacerse la pregunta de si realmente estamos en donde queremos estar o es momento de darle algún giro importante a las cosas.

Lo ideal es que esas decisiones y esas circunstancias nos tengan donde queremos estar, ya que no siempre es fácil poder decir alto y volver a empezar. Hay veces que decir alto significa generar una cierta cantidad de conflictos y problemas a nuestro propio medio y círculo y esto lo vuelve bastante difícil; por lo que tomar una decisión en ese aspecto no es fácil. No obstante, siempre he pensado que en esta vida debemos tener una buena idea de que es lo que queremos y saber cambiar de opinión o rumbo cuando las cosas no sean lo mejor que pueden ser para nosotros. Por lo que hay que hacer un análisis frecuente de donde estamos parados y hacia donde vamos.

Hacer un cambio no quiere decir que las cosas están mal, sólo quiere decir que no están tan bien como pudieran llegar a estar.

Obvio esto implica tomar una suma de decisiones muy valientes, basadas en la preguntas: ¿Qué me hace vibrar? ¿Qué es lo que más feliz me hará en un futuro? y ¿Qué es lo que realmente me dicta mi instinto?

En fin, no dejarán de ser decisiones difíciles, sin importar en donde estemos parados. Ojala podamos tomarlas adecuadamente.

Ayer estaba caminando por un centro comercial y mientras caminaba, se acercó de forma tímida una señora. La señora tenía en sus brazos un muy pequeño puerquito de formas muy chistosas y puedo decir que bastante feo. Con mucha timidez, me preguntó si yo estaría interesado en comprarle un cerdito vietnamita para tenerlo de mascota.

Tengo que decir que la propuesta de comprar un cerdito vietnamita me sorprendió, ya que ni siquiera sabía que esta fea especie existía.

Lo curioso de esto es que aunque obviamente le dije que no estaba interesado, caminé haciéndome la pregunta: ¿Qué tendré cara de ser el tipo de gente que se compra un cerdito vietnamita????

Obvio, la respuesta y la pregunta no eran importantes, lo más importante de dicha cuestión fue que pude pensar en la variedad de gente que existe en el mundo. Bien dicen que cada cabeza es un mundo. Nunca pensé que pudiese haber alguien que decidiera tener un cerdo de mascota. Por lo que después de investigar un poco y hacer unas preguntas me di cuenta, resulta qye tener un cerdo por mascota es una actividad normal y creciente en algunos países.

En fin.., en gustos se rompen géneros, cada cabeza es un mundo y en esta vida somos nosotros y nuestras circunstancias. Sin embargo no deja de admirarme las diferencias de perspectivas, pensamientos y formas de ser de la gente.

Durante los últimos meses de mi vida, intenté cambiar varias cosas de la forma de ser y pensar de alguna(s) personas. Después de grandes esfuerzos y gran desgaste, me he dado cuenta de que ya no me es tan fácil como antes hacer esto y que hay gente a la que aunque yo consideraría muy necia, actúa de acuerdo a lo que su forma de pensar (muy diferente a la mía) le dicta. (definitivamente mi vida sería aún más fácil si las gente que necesito que lo hiciera, pensara como yo necesito que piense).

Obvio, tanta presión que he ejercido, ha generado conflictos y cambios y complicaciones. Afortunadamente ninguno grave, por lo que estas dos últimas semanas me he dedicado a arreglar lo que descompuse. Creo que ya quedó.

Lamentablemente o afortunadamente, la vida sigue y se mueve rápido, cada quien tiene que tomar sus propias decisiones (como mencionaba en un principio) y como cada cabeza es un mundo, pues no me queda más que enfocarme en el mío propio y seguir adelante con las que yo crea que serán las mejores decisiones en mi vida.

Afortunadamente ya se me ocurrieron varias ideas que creo son muy buenas y ya están andando algunas. Ahora habrá que ver cuales pegan primero y cuales después, cuales son las más correctas para determinado momento y a donde nos llevan.

Ya estaré escribiendo de todo eso.

Hoy pasé un día diferente. Una amiga a la que su hermana le encargó cuidar a su hija por unos días, me invitó a desayunar. De la nada estaba yo desayunando con mi amiga y una niña de 2 ½ años. Después de un buen rato en esta experiencia de tratar de convencerla (torpemente) de que no había desayunado lo suficiente y de haber visto volar todos los sobres de azúcar y diferentes sustitutos de azúcar alrededor mío, en el piso, en las sillas aledañas y en lugares que todavía no se como alcanzaron, fuimos a jugar a unos juegos para niños que estaban ahí cerca.

Después de varias horas de poner a un niño un nivel de atención al que no estoy acostumbrado y de jugar a ser el tío divertido y niñero perfecto (columpios, resbaladillas, plastilina, etc etc etc), también concluí que los padres son seres muy especiales y que los niños sólo deben ser cuidados por sus padres o parientes muy cercanos, ya que seguramente sólo ellos tendrán la cantidad de amor suficiente para poder hacer todos los días por años y años lo que yo hice hoy por unas horas. No me quejó, fue un día diferente y lo disfruté, sin embargo no dejo de reconocer el gran esfuerzo que hacen los padres y que uno ni siquiera ve.

Por esto mismo, cada vez pienso más que no todos los humanos deben ser padres.

En mi caso, y aunque por mucho tiempo no pensé decirlo, creo que si se me antoja tener un par de hijos, hijas o la mezcla que venga, pero no dejo de pensar en la responsabilidad que esto implica.

Como conclusión, las últimas semanas han sido complicadas, interesantes y puedo decir que bastante divertidas, ya que me he confrontado con una innumerable cantidad de papeles diferentes. Hay un momento en el que uno empieza a jugar muchos papeles en su vida y hay veces que es complicado salirse de uno y entrar a otro sin perder la dimensión de lo que realmente somos. (niñero, jefe, amigo, hijo, hermano, empleado, empresario, entrepreneur, individuo, etc.).

Lo mejor de estas semanas es que creo que ya encontré la casa que quiero para los próximos pocos o no tantos años de mi vida. Creo que mañana voy a hacer una oferta de compra. A ver que pasa.

Mientras, me voy a dormir habiendo pasado un muy buen fin de semana.

Buena noche