lunes, 31 de diciembre de 2012


2013



Tiene rato que no escribía nada en mi Blog…. Cuando me di cuenta de este detalle, me quedé pensando un buen rato.

El 2012 fue un año bastante extraño. Todavía estoy tratando de concluir si fue un gran año para mi o uno bastante simple.

Por varios años, he tenido por costumbre hacer algún tipo de análisis el último día del año. Este análisis no lo hice en el 2011 por que estaba bastante distraído en estas fechas. Hoy no me encuentro disperso, al contrario, he tenido bastante tiempo para pensar muchas cosas.

En unas horas vamos a empezar el 2013 y yo todavía no he alcanzado a digerir que el 2012 ya se terminó. De hecho mis últimas horas del 2012 han sido un viaje a rincones muy densos de mi propia existencia y lugares obscuros de mi mente y mi sistema de creencias. Algún día escribiré sobre estos días. Hoy mi escrito tomará otra dirección.

Hace unos días, la humanidad se enfrentó al fin del mundo maya. Confieso que aunque yo nunca pensé que el mundo se fuera a acabar, si mantuve una breve esperanza de que todos aquellos que pronosticaban un cambio, ya fuese espiritual, energético, una nueva fase, un cambio de ciclo, o lo que fuese, tuviesen razón y la especie humana tomara algún tipo de conciencia mayor sobre nosotros mismos. Confieso que todavía tengo esperanza de ver que esto suceda.

El ya muy mencionado y erróneamente llamado "apocalipsis maya" hizo que mucha gente tomara medidas drásticas y en algunos casos hubo quien cuestionó su propia existencia.

Para mi, el 2012 fue un año de cuestionamientos. Pensé mucho sobre mi forma de existir en este planeta. Me di cuenta de que aunque he estado haciendo muchas cosas interesantes, estaba yo completamente suspendido en una zona de confort, que si bien estoy disfrutando, no me está llevando a los puntos siguientes que quiero alcanzar en mi vida.

Al mero final de este año tomé algunas decisiones y ejecuté algunas acciones de esas que dan mucho miedo; una vez que la maquinita empieza a caminar, no hay vuelta atrás.

Lo últimos años, en mi vida,  han sido muy marcados por una tendencia interesante: "La Incertidumbre".

Creo que el 2013 no va a ser diferente. Aunque en este momento tengo la certeza de que las acciones y decisiones tomadas van a hacer que mi vida cambie de forma rápida, y que las acciones de los últimos años estuvieron dirigidas a lo que está sucediendo ahorita, también estoy seguro de que el 2013 será un año de muchas incertidumbres y requerirá mucha capacidad de adaptación.

Hoy, en verdad no tengo mucho que decir. Creo que lo correcto sería terminar el 2012 agradeciendo que hay vida y hay salud, familia y amigos. También creo que es importante agradecer que durante el 2012 se estuvo en una posición de confort que me permitió sentarme a oler las flores y a analizar lo que quiero/puedo hacer. Hoy se acaba el 2012 y tengo la cabeza tan llena de ideas y planes que estoy algo confuso en el como las voy a ejecutar.

Todos los que me conocen saben que siempre me ha gustado contar historias, y que todas esas historias tienen siempre gran parte de su origen en momentos reales de mi vida. En algunos casos pueden sonar a un cuento extraordinario e increíble, pero siempre tienen un alta dosis de realidad en ellas.

Probablemente, lo mejor que yo hago es contar historias. Me gusta contar historias, lo disfruto mucho.

Confieso que me encanta escuchar mis propias historias, me encanta ver mi vida como si fuera una película. Puedo pasar horas imaginando como sería la escena perfecta, el guion perfecto, los diálogos perfectos, iluminación, dirección de arte, cinematografía y hasta la música de fondo perfecta.

Hoy, hay un par de historias que me hubiese encantado poderles contar, me hubiese pasado horas contándoles los detalles de esas historias. ¿Como sudecieron? ¿Que pensé? ¿Que sentí? ¿Por que hice algo? ¿Por que no hice algo? ¿Como era el clima? ¿Quienes estaban alrededor? ¿A que olía el mundo?

El único problema es que esas historias no sucedieron y sólo existieron en la imaginación del que escribe y en otros casos en el colectivo imaginario de dos o más personas. Hubiesen sido grandes historias. Tal vez algún día escriba sobre esas historias; hoy hay que dejarlas ir.

La falta de la existencia de esas historias es lo que más me motiva a empezar el 2013 como una nueva aventura. Me conozco bastante bien y estoy seguro que en el 2013 voy a necesitar muchas nuevas historias, muchos nuevos personajes y muchas de esas situaciones extraordinarias y mágicas que suceden con frecuencia en mi vida y que se van convirtiendo en material para otra gran historia.

Hace poco, también decidí que el riesgo es uno de los factores que mas me gustan en la vida aunque probablemente sea uno de los que más temo. Creo que el 2013 será un año de correr riesgos, de aprender cosas nuevas, de vencer miedos y de dejar ir lo que haya que dejar ir y abrazar con fuerza lo que haya que mantener. Estoy seguro que el 2013 no será un año en el que estemos en un área de confort.

Saber esto último me preocupa, me asusta pero también me estimula y me emociona.

Si alguien está leyendo esto, le pido que me ayude a darle la bienvenida al 2013, estoy seguro que será el año en que los seres humanos volveremos a creer en la magia de estar vivos  y en las posibilidades de vivir una vida creativa, productiva y positiva.

La simple oportunidad de hacer con nuestras vidas lo que nosotros queramos hacer es el motor suficiente para vivir un gran 2013.

No tengo mucho más que decir, lo siguiente sería contarles mi planes, pero mejor nos esperamos unos meses y les cuento unas buenas historias. Estoy seguro que los retos que vienen se convertirán en excelentes historias. No tengo duda de esto.  Las personas que me han rodeado, son grandes personajes de grandes historias que hacen mi vida mucho más interesante, bella y divertida.

Buen año para todos, estoy seguro de que este será uno de los más grandes.

¡Salud por un gran 2013!

domingo, 27 de mayo de 2012

CREO EN CREER


 

Nunca fui un gran estudiante. Ahora reconozco que simplemente nunca me interesó la parte académica. 

Aunque siempre he sido un gustoso del aprendizaje, la mayor parte de mi vida lo he hecho de manera independiente, por métodos alternativos o diferentes y en muchos casos de manera complicada por mi resistencia a las tradicionales escuelas.

Si me preguntasen que es lo primero que viene a mi mente cuando me preguntan sobre mi experiencia durante aquellos años de educación formal, tendré que reconocer (ya sin vergüenza alguna), que lo único que nunca va a venir a mi mente es la parte formal de esos años de educación. 

Recuerdo que siempre fui señalado por no querer hacer las cosas de la manera que se me pedían, me aburría tremendamente en clases, me señalaron como niño problema desde finales de la primaria y hasta que acabé la carrera, misma que se convirtió en una carrera de resistencia, en su mayor parte a la terminé a la fuerza por una promesa que hice a una muy querida persona.

Tengo muchos y muy buenos recuerdos de mis amigos a lo largo de los diferentes periodos académicos. De todas esas memorias, además de la parte de la diversión, hay otra constante: Aunque siempre utilicé de pretexto que mis amigos eran peores que yo, ahora reconozco que ellos mismos me presionaban y recomendaban hacer las cosas mejor y mas ad hoc con lo establecido por la academia, todo esto con el único objetivo de hacerme la vida más fácil y hacer la vida más fácil a mis padres, maestros e inclusive a ellos mismos. Nunca les hice caso... Ni a los primeros, ni a los segundos y mucho menos a los terceros. ¿Que podrían todos ellos saber de la vida?... Ahora me causa gracia mi necedad.

A pesar de todo lo anterior, confieso que siempre me gustó ir a la escuela. Nunca tuve la necesidad de escaparme de la misma o de organizar una salida o pinta. 

¿La razón? Es simple en verdad. La escuela era un ambiente controlado y sencillo, en donde yo podía hacer lo que me diera la gana sin mayores consecuencias. No había peligros, no había problemas, era una pequeña maqueta del mundo real, en donde todos los problemas eran solucionables de forma rápida. 

Mientras estuvieses dentro de una escuela, no había problemas, y si los había, ahí estaban tus amigos listos para ayudarte y en muchos casos hasta los mismos maestros(as). 

Las soluciones requerían ciertas habilidades y mucho poder de convencimiento y en algunas circunstancias era necesario un esfuerzo “infrahumano” de un par de días para realizar una labor maratónica, cuasi-titánica, y así poder entregar algún proyecto final o preparar un examen que hiciera sonreír a el/la maestro(a) que tanto aparentaba odiarte pero que muy en el interior tenía mucha simpatía por ese individuo que se presentaba de frente, desesperado y desesperante, distraído y con una historia extraordinaria para poder explicar cada situación.

En ese momento supe y ahora lo confirmo que siempre abusé de la amabilidad y buena voluntad de mis maestros(as). De la misma manera también puedo afirmar que a la mayoría de ellos, si los volviese a ver hoy, los vería con mucho gusto y creo que ellos a mi también. Por alguna razón, mis maestros siempre me ayudaron, me apoyaron y me aguantaron todo lo que se me pudo ocurrir. 

Uno de mis pretextos favoritos y que me ayudaron a extender mi vida universitaria por espacio de 14 semestres fue:

Con un muy cínico tono y un volumen alto: "¿¿¿QUE???, ¿¿¿CUAL PRISA???, A MI, MI PADRE ME DIJO QUE ESTA IBA A SER LA MEJOR EPOCA DE MI VIDA Y ¡¡¡NO TENGO PRISA DE QUE SE ACABE!!!

Ahora lo recuerdo mi me causa mucha gracia, aunque estoy seguro que a mis padres y algunos maestros no les causaría tanta. A fin de cuentas, no salí tan mal como todos creían (inclusive yo).

En fin... Una de las cosas más interesantes que aprendí en la escuela, desde muy niño, y precisamente por que hice todo al revés, fue que: 

1.- Sí está en manos de uno hacer algo por el mundo, 

2.- sí es posible forjar el destino y 

3.- lo que uno haga con su vida depende en la mayor parte de las decisiones y acciones que uno mismo tome. Muchos van a ayudar pero nadie lo va a hacer por uno.




Le etapa universitaria es una etapa muy interesante. Es un momento clave en el desarrollo de cualquier persona adulta. Durante la carrera universitaria uno define muchas cosas de su vida y aunque parece que es una etapa en donde nada es importante y todo fluye de manera simple, realmente uno toma decisiones que van definiendo intereses, actitudes, decisiones futuras, seguridades e inseguridades, y en muchos casos, se construyen opiniones que mandarán por muchos años la vida de cada individuo.

Hace un par de semanas estaba yo de vacaciones fuera del país cuando me enteré que el candidato a la Presidencia de la República Mexicana por el PRI tuvo un mal día en la Universidad Iberoamericana. Confieso que sonreí.
En ese momento me encontraba yo, después de unos 3 años de no vernos, con uno de mis grandes amigos de la época universitaria y de la vida, en su casa, a varios miles de km de la "Ibero". 

Inmediatamente sonreí por que recordé todos aquellos momentos tan divertidos, tan formadores, tan excesivos, tan exagerados, tan emocionales, tan complejos y a la vez tan simples. Recordé quien era yo en ese momento y como, a pesar de que en esa época estaba (según yo) totalmente seguro de quien era y que quería, ahora veo que no tenía idea de nada y me doy cuenta lo confundido que estaba. No obstante había una cantidad muy grande de pasión y energía en toda esa confusión. Creía en muchas cosas.

Más sonreí por que me dio mucho gusto saber que fue en mi universidad,en aquel lugar en donde tengo tantos recuerdos, donde este grupo de estudiantes decidió cuestionar y desaprobar ciertos actos políticos de dicho candidato. 
También me molesté cuando leí que se trató de desacreditar la opinión de dichos estudiantes.

Confieso que una de las razones por las cuales sonreí fue por que no simpatizo nada con dicho político, menos con su plataforma, pero honestamente, lo que realmente me dio gusto es que recordé que a esa edad, uno está lleno de información sin procesar a la que muchas veces no sabe ni como utilizar y reaccionar. También recordé que a esa edad, se está dispuesto a hacer todo aquello por lo que uno cree, sin importar ninguna consecuencia. Es un nivel de energía tremendo. Una pasión casi ilimitada y como es obvio por la corta edad, un entendimiento de las cosas con información procesada más por el estómago que por el cerebro.

En esta esta entrada no pretendo tomar ninguna dirección política, eso ya lo hice en la entrada anterior y probablemente lo haga en alguna subsecuente.

No es importante si estoy de acuerdo con la opinión de los estudiantes, y sin juzgar las formas en las que se dieron ciertas manifestaciones de los estudiantes (unas semanas antes, otro candidato con quien tampoco simpatizo, fue vitoreado como héroe nacional en mi misma universidad).
Lo que si es importante es que celebro completamente que esos jóvenes que en algunos años van a empezar a tomar las decisiones que den rumbo a este país, tengan esa chispa y esa pasión para castigar lo que creen que está mal y para celebrar e impulsar lo que creen que está bien. Ya tendrán tiempo para perfeccionar la manera en que hacen sus juicios. Espero que para entonces sigan teniendo ese mismo nivel de pasión y energía.

Posteriormente a lo que sucedió ese día en la Ibero, se han creado varios movimientos supuestamente apartidistas y en algunos casos apolíticos. Yo no convivo con casi ninguno  de ellos. Creo que ya se contaminaron de muchos intereses de instituciones más grandes. y siempre he pensado que cuando algo se institucionaliza ya perdió su alma, su motivo y su verdadero significado. Ejemplos podría dar miles pero los dejaré también para otra entrada. 

A pesar de que esos movimientos que nacieron de lo que sucedió ese día se han institucionalizado, sigo sonriendo por que veo muchos estudiantes que están peleando por lo que creen. En este mundo ya son pocos los que luchan, pelean, construyen o hacen algo por que creen en algo.

Haciendo una comparación, he llegado a pensar que a los que nos llaman "adultos contemporáneos" nos hace falta recordar un poco sobre lo que era vivir con toda esa pasión y energía. Nos hace falta recordar lo que es creer en algo más grande que uno mismo. Hemos ido perdiendo la capacidad de creer en algo y eso me entristece de manera muy profunda. El mundo está en nuestras manos y somos los responsables de lo que pase en el, no obstante no creemos en nada o creemos en muy poco.

Sea lo que sea que esa creencia fuere, me espanta que muchos de nosotros hemos dejado de creer. Esa falta de pasión en algo en lo que uno cree sólo ayuda a aquellos que sí creen que el mundo les pertenece y que pueden hacer lo que sea con el, a pasar de todos los demás que vivimos en el. Escuché en algún lado que somos más los buenos.

Me aterroriza que solos nos hemos ido convenciendo de creer que no hay nada que hacer, que nos hemos convencido de creer que ya todo está perdido y nos hemos convencido de creer que es imposible y que ya no hay nada que ganar.

Buena lección nos han dado esos y muchos otros estudiantes del mundo. Han sido los estudiantes los que han demostrado que no importa lo que pase, hay que creer y hay que creer con ganas!

Yo creo que el mundo es aquel que uno quiere y yo sigo creyendo que el mundo debe y puede ser un lugar mucho mejor. Sigo creyendo y creo en que somos muchos los que creemos en el ser humano y en lo que podemos hacer. 

Al igual que cuando uno tenía 20 años, el principio de creer es el generador y el motor de una energía y una pasión muy poderosos para generar cambios, para hacer las cosas bien hechas y corregir las que no están bien hechas.

Yo creo que si se puede!

¿Alguien me cree?

Buena noche,

martes, 22 de mayo de 2012

MEXICO 2012







Recuerdo que siendo niño, hace unos 27 años, había alguna reunión familiar en casa de mis abuelos. Contra todas las buenas costumbres, la conversación giraba en relación a temas políticos.

Ni tratando de imaginar podría reproducir algún fragmento lo suficientemente interesante de la conversación que sostenían las personas de edad avanzada en ese momento (como niño, uno los ve a todos viejos, adultos, gente grande, hasta caducos y aburridos). Creo que ni siquiera podría afirmar quienes estaban presentes en esa conversación, pero lo que si nunca olvidé fue un comentario que hizo mi tía "Chacha", quien señalándome dijo: "Estos niños deberían de estar muy enojados con nuestra generación por el país que les vamos a entregar".

En ese momento no entendí el ¿por que debería yo de estar enojado?,¿alguien me iba a entregar un país?, ¿que tenía de malo el país que me iban a entregar?, ¿que habían hecho mal los "adultos"?

27 años después me ha caído el veinte de que ya soy parte de esa terrible agrupación de gente adulta. 27 años después nadie me entregó ningún país y sólo he podido confiar en mis propios esfuerzos inútiles para tratar de conquistar el mundo.

27 años después estamos en medio de una contienda electoral por la presidencia de la república, en medio de una lucha por no perder el territorio nacional a manos de la delincuencia organizada y cualquier otro hijo de la mala vida.

27 años después estoy sentado, pensando muchas cosas en relación a mi vida. Pero hay una que me ha venido haciendo ruido por las últimas horas:

SOMOS NOSOTROS LOS RESPONSABLES DE ENTREGAR UN MUNDO MEJOR A LAS GENERACIONES DE NIÑOS QUE VIENEN.

Se dice fácil hablar de un tema de un mundo mejor. ¿Que diablos significa eso? Nos hemos vuelto tan egoístas que ni siquiera tenemos en mente que es una obligación natural de toda agrupación humana la de respetar al medio y entregar en igualdad de circunstancias o mejor el mundo a la siguiente generación.

No tengo hijos, pero cuando veo un niño me quedo pensando: ESE NIÑO DEBERÍA ESTAR MUY ENOJADO POR QUE LE VAMOS A ENTREGAR UN MUNDO TERRIBLEMENTE ABSURDO, UN PAIS TERRIBLEMENTE CORROMPIDO, UN SISTEMA PODRIDO Y UN MEDIO SIN RECURSOS.

Esos niños, a los que nuestra generación tendrá que rendir cuentas, van a sufrir consecuencias terribles por nuestra falta de toma de decisiones, por la terrible forma en que vivimos, por que siempre estamos esperando que alguien haga algo (pero no nosotros).

Tengo 35 años. A lo largo de esos 35 años he visto a mi país pasar por problemas microeconómicos, macroeconómicos, periodos de recesión, crisis, etc. He crecido viendo como  los mexicanos hemos hecho lo posible por desangrar a México, por quitarle todo lo que nos puede dar, por engañar al vecino, robar al de enfrente, agandallar al de junto, aventajar al de abajo, quitarle al de arriba. He vivido en un México en el que el mayor valor es el egoísmo y la individualidad.


Tengo 35 años y estoy muy enojado por el país que nos entregaron esos adultos de aquella época. Pero también estoy muy preocupado por que el país que le vamos a entregar a la siguiente generación va a ser peor.

En este momento estoy muy preocupado por las condiciones políticas del país. Estamos a unos días de las elecciones presidenciales que van a definir el rumbo y la forma en que un grupo de gente que llamamos como "La Clase Política" va a seguir extorsionando al país.


 Nos costó mucho tiempo "lograr" vivir en una democracia y ahora podemos "decidir" democráticamente entre cuatro muy malas opciones. 

Encabezando las terriblemente manipuladas encuestas, tenemos al candidato del PRI.

EL PRI……

Me da mucha pena tener que describir esto, ya que por la naturaleza de lo que las letras "PRI" representan, no necesitaría decir mucho. Lo que el PRI representa habla por sí solo:

El PRI ha corrompido a México, ha robado, ha despojado, ha asesinado, ha eliminado el crecimiento y desarrollo. El PRI, por sí solo representa lo peor del México que tenemos hoy en día. El PRI es una maquinaria de abuso y destrucción. En verdad me da mucha vergüenza saber que después de haber tratado por tantos años de quitar al PRI del poder, ahora estamos intentando entregarle el país para que ponga en marcha su muy terrible maquinaria de abuso. El PRI es la peor enfermedad que le puede dar a México. Más me avergüenza y me provoca aberración ver que no tenemos memoria.

En segundo lugar de las encuestas (o tercer dependiendo de la casa encuestadora) está el PAN, que apuesta por lanzar a una mujer como fórmula para ganar como la Primera Presidenta Mujer de México. “Las mujeres son Diferentes”…

El PAN es un partido con una visión conservadora. Yo particularmente nunca me he considerado un conservador, al contrario, siempre me he percibido a mi mismo como un liberal con pensamiento en el centro o un poco inclinado hacia la izquierda.

No considero al PAN como la fórmula correcta para mejorar a México. El PAN ha aprendido mucho del PRI, en muchas ocasiones se ha mimetizado y ha copiado muchos modelos, no obstante han sido bajo los gobiernos del PAN (12 años al día de hoy) que el país muestra un poco de estabilidad, crecimiento y desarrollo sostenido. Todo esto, se ha logrado a pesar de una crisis que ha impactado al mundo entero al grado de que no sólo hemos visto empresas gigantes e indestructibles quebrar. Ahora estamos en el borde de empezar a ver algunos países quebrar.

En tercer lugar hay un discurso que no me parecería tan malo si no hubiese información y datos duros de fondo. El famosísimo Peje ha dado muy buenos discursos pero carece de contenido real. Me parece increíble creerle lo que dice cuando toda su vida ha hecho lo posible para demostrar que lo único que le importa es el poder absoluto.

AMLO se ha encargado de dividir para vencer, de golpear, paralizar, destruir, mentir y manipular para obtener lo que está buscando. AMLO sólo busca el poder a pesar de lo que sea. Me parece imposible creerle al Peje que su interés es legítimo y la única explicación que me puedo dar a mi mismo sobre el por que la gente le cree es por ignorancia o por la terrible necesidad de algo diferente.

El Peje es tan perverso que ha manipulado, destruido, dividido y engañado a sus propios seguidores y partidarios.

Creo que AMLO se puede convertir en un ente peor que el PRI si le diéramos poder. Por cierto, recuerden que AMLO es un elemento más que fue creado y entrenado en el PRI.

A la cuarta opción no le voy a gastar nada de tiempo. El Sr. Quadri ha dado un par de buenos discursos pero me cuesta mucho respetar una propuesta que no tiene ningún interés real en generar un cambio. Quadri sabe que está jugando una farsa para conseguirle el registro y recursos al partido de Elba Esther Gordillo (otro monstruo creado en el PRI).

Analizo las 4 opciones y sólo puedo pensar que voy a tener que disculparme con la generación que sigue ya que no voy a poder explicarle por que le vamos a entregar un México tan terrible.

He pensado mucho al respecto. En la contienda hay 3 opciones para escoger. 3 muy malas opciones y un chiste. ¿Que hacer? ¿Cual es la decisión correcta?

Lo único que me viene a la cabeza es:

1.- Me sigo avergonzando de que consideremos al PRI como una opción. Cada vez que veo un priista inmediatamente percibo como ya se están saboreando el botín.
2.- Creo firmemente que AMLO es mas peligroso que el PRI
3.- Quadri no tiene valor moral alguno al permitirse a sí mismo participar en esa farsa.
4.- Josefina me produce rechazo, pero creo que es el proyecto que menos daño puede hacer.
5.- No es que confíe en el PAN por que no confío, pero creo que si el PAN permanece en el poder, habrá cierta continuidad estable y entonces los ciudadanos podremos empezar a hacer lo que hemos debido hacer desde hace muchos años.

Creo que si el PAN permanece, el país alcanzaría cierta estabilidad (no crecimiento o mejora sustancial pero si estabilidad) y en ese espacio de tiempo nosotros podremos empezar a trabajar en generar participación ciudadana.

Lo que tenemos que hacer es quitarle el poder al verdadero cáncer: El cáncer son los partidos. Tristemente vivimos en una partidocracia tremenda en donde el país esta secuestrado por los intereses internos de los partidos y de los grupos dentro de los partidos. Esos mismos grupos se han apoderado de las leyes para que cada vez sea más difícil quitarles ese poder... Como toda enfermedad que no se cuida, los partidos se están haciendo más fuertes y poderosos.

Para bien y para mal vivimos en una democracia. Es momento de empezar a participar. El sistema actual nos permite “escoger” a cualquier cantidad de personas como representantes populares. Vamos a verificar que hagan su trabajo, vamos a cuestionar organizadamente lo que están haciendo. Vamos a llevar la participación ciudadana al congreso y de ahí brincamos a los siguientes niveles de poder.

Yo pregunto: ¿Quien sabe quienes son los representantes de sus distritos, municipios, estados? ¿Que pasaría si nos organizáramos para hacer presión y que realmente estas personas se vieran obligadas a empezar a representar los intereses ciudadanos, sea cuales sean estos?

¿No se han cansado de mantener a estas rémoras en los puestos de representación popular?

No se cuál sea la solución, me encantaría tener muchas propuestas, pero lo que realmente veo es un grave y grande problema.

Ese problema no es el PRI o el PAN o el Peje o Elba Esther. El verdadero problema es que nosotros no hacemos nada para cambiarlo y cada día que pasa les permitimos hacer con nuestro país lo que sea que quieran hacer.

Es momento de dejar de quejarnos de que nadie haga nada y ser nosotros los que hacemos algo.

Buena tarde

domingo, 22 de abril de 2012

¿ESPECTACULO DEPORTIVO O RELIGION?


El día de ayer, tuve a bien acompañar al Omnilife a un buen migo que es seguidor del Atlas. Fuimos a ver el ya muy tradicional y clásico local Chivas – Atlas.

Ubicados arriba y atrás de donde estábamos, se encuentra el palco de Vergara. Desde ahí vieron el parido los 3 jugadores de las chivas que estaban expulsados. (El Cubo, Reynoso y no se quien diablos era el otro).

Conforme se acercaba el final y los aficionados chivas empezaron a ver que la derrota era inminente comenzaron a salir del estadio. Cuando se dieron cuenta de que estos 3 individuos estaban ahí, comenzó una lluvia de insultos terribles.

A mi en particular, y debido a que tengo mejores gustos futbolísticos que estos dos equipos, me daba igual quien ganara, no obstante, si me impresionó la forma y la intensidad en la que los aficionados en general agredían a los que en otros momentos han sido sus más grandes ídolos.

La sección en donde estábamos sentados, colinda en su parte más baja con la cancha en la parte de atrás de donde se sientan los técnicos y jugadores de reemplazo durante el juego. Muy cerca de la entrada a los túneles de acceso a los vestidores de los equipos.

Una vez que terminó el partido, y conforme se acercaban a los túneles los jugadores de las chivas, un aficionado que estaba sentado dos filas abajo y a mi derecha corrió hacia las escaleras y comenzó a bajar hasta el borde de la cancha. Mientras se quitaba su playera del equipo roji-blanco. Cuando llegó al final de las gradas, en su punto más cercano con la cancha, lanzó su playera con mucha ira hacia los jugadores de las chivas que estaban pasando en ese momento.
No alcancé a escuchar lo que gritaba pero sin duda estaba blasfemando ante los que en otro momento han sido idolatrados como dioses supremos.

A mi derecha, 3 individuos, volteando hacia el palco de las chivas, tomando la playera de su equipo con la mano derecha a la altura del corazón, gritando al capitán del equipo que estaba suspendido: REYNOSO!!! SIENTE LA PLAYERA PENDEJO!!!! ERES UNA PROSTITUTA QUE SOLO PIENSA EN COBRAR!!!

En fin, podría continuar describiendo muchas situaciones similares. Todas me causaron sorpresa.

El fanatismo deportivo ha alcanzado los niveles de estupidez humana que han alcanzado los fanatismos religiosos.

En ese momento pensaba yo: “¿En que momento, un espectáculo de futbol, cuyo único propósito es el de entretener, se convirtió en la razón absoluta de nuestro éxito o fracaso al perseguir la felicidad?”

No lo se!, lo que si se es que  creo que cada día más, nuestra especie se confunde completamente acerca de lo que realmente estamos hacienda en este planeta.


Por cierto, Feliz día de la tierra!

P.D. La foto del niño es una foto tomada de internet con el único objetivo de ejemplificar dramáticamente lo que menciono en esta entrada.