Prácticamente ya se nos fue medio año del 2011. Recuerdo hace 6 meses: muchos planes, muchas expectativas, muchos sueños.
Cuando uno hace planes (por lo menos a si me sucede a mi), uno se concentra casi totalmente en los resultados que espera obtener, pero rara vez se detiene uno a imaginar todo el trabajo y tiempo que tiene que pasar para uno alcanzar los objetivos.
Creo que esta falta de objetividad es la verdadera responsable del por que nuestra especie fracasa tanto. Es difícil que nos sentemos a pensar en todo lo que se va a requerir poder hacer lo que queremos hacer.
Hace seis meses hice muchos planes de lo que esperaba en 2011 pero realmente no recuerdo haberme sentado a trazar una estrategia y mucho menos a considerar todos los pequeños esfuerzos, momentos, tiempos invertidos y trabajos que iban a requerir esos planes para convertirse en objetivos tangibles.
Recuerdo que hace seis meses no estaba en mi momento más estable emocionalmente, quería muchas cosas, pero lo que realmente estaba pensando era en hacer todos esos planes para obligarme a no estar como estaba en ese momento. Simplemente no me sentía nada contento con lo que estaba viviendo y como me sentía con mi vida.
Es muy importante tener conciencia de las razones reales del por que uno hace planes. Hay veces que uno planea cosas simplemente para hacer algo diferente a lo que uno tiene. Estos planes rara vez funcionan, ya que realmente no estamos concentrados en lograr los objetivos, además de que es posible que los mismos objetivos tampoco sean lo que realmente queremos. Existe una gran posibilidad de que esos planes sean sólo una forma de huir de algún tipo de estado con el que no nos sentimos del todo a gusto.
Hacer planes para evitar obtener los resultados actuales no es la mejor forma de planear.
Hacer planes cuando uno no esta conforme es muy normal y es una de las partes más naturales de la vida, pero creo que el enfoque debe ser diferente. No deberíamos concentrarnos en hacer planes para dejar de estar como estamos o para dejar de obtener los resultados que estamos obteniendo.
La diferencia está en conocer lo que queremos. Si sabeos lo que queremos, la forma de planeación es totalmente diferente, y estoy seguro que la facilidad para lograr los resultados es mucho mayor si sabemos que es lo que estamos buscando.
Desde mi percepción, es mucho más efectivo cuando hacemos planes de acuerdo a los resultados que queremos obtener. El enfoque debe de basarse en visualizar el resultado que queremos y de ahí planear y dibujar la estrategia del como lo vamos a lograr. Esto nos obliga a hacernos las preguntas adecuadas y de esta manera trazar el camino de acuerdo a lo que realmente queremos.
Las preguntas que nos hagamos nos garantizarán tener la mayor cantidad de información posible para que podamos trazar la ruta más efectiva.
Siempre que estoy en una situación de este tipo, recuerdo mucho la frase que en repetidas ocasiones me dijo mi padre: “Dependiendo de la calidad de las preguntas que te hagas en la vida, será la calidad de la vida que vas a llevar”.
Recuerdo que en diciembre hice muchos planes, tenía muchos sueños de lo que quería hacer en 2011, pero realmente todos esos planes estaban basados en salir del estado emocional en el que me encontraba en ese momento.
Hoy, ya estamos por concluir el primer semestre del año. Confieso que logré mi propósito, ya no me encuentro en ese estado emocional, al contrario, estoy bastante contento por lo que ha estado pasando en estos últimos seis meses (aunque muy presionado y a veces estresado por cuestiones de trabajo).
Hace rato estaba pensando que es lo que quiero obtener de los próximos seis meses. ¿Cómo quiero cerrar el 2011? ¿Qué me gustaría tener listo para empezar el 2012?
Nos queda una semana de este primer semestre. Para mi será una semana interesante, prácticamente dedicada a hacer planes; aunque ahora si tengo muy claro que para definir las estrategias que requiero, primero voy a tener que tener muy claro los resultados que espero obtener. Una vez hecho esto, habrá que planear y planear y volver a planear.
Una de las cosas mas interesantes y bellas de la vida es que siempre podemos hacer un plan en base a lo que queremos. No importa donde estemos parados, no importa cuál sea la circunstancia o suma de circunstancias en las que estamos inmersos. Siempre será un buen momento para preguntarnos que queremos hacer y evaluar como lo vamos a hacer.
Para mi, planear mi vida es increíble. La oportunidad de poder hacer lo que nos gusta, lo que queremos y lo que soñamos es uno de los regalos más grandes que se nos han dado en la vida.
Por el momento me despido, tengo planes que hacer, pero los dejo con uno de los videos que más me gustan y que se refiere a este tema.
Buena noche!
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