En las últimas semanas he recordado lo importante que es para mi hacer las cosas con pasión. He de confesar que tenía unos meses que lo había olvidado.
Los últimos meses he tenido oportunidad de participar dentro de un grupo de trabajo muy sui géneris: Formo parte de un equipo conformado por algunas personas que cuentan con unos 30 años más de experiencia que la que yo tengo.
Honestamente cuando pensé que iba a trabajar con/para ellos, no estaba tan convencido. Llegué a pensar que iba a ser difícil por ser personas con una visión de “otra época”, sin la energía necesaria para inyectar a la empresa y probablemente con ideas conservadoras que iban a hacer lento el andar de todos los que si queríamos ir rápido.
¡Que equivocado estaba!
Estos últimos ocho meses han sido una experiencia muy diferente. He aprendido que estoy trabajando con gente que tiene una energía que parece ser inagotable a momentos. Buenas ideas nuevas y puntos de vista que desconocía van y vienen como si estuviera yo en medio de un bombardeo. Muchos cambios, muchas iniciativas, muchos movimientos. Todo dirigido hacia hacer las cosas de una manera mejor.
Todas estas ideas han generado mucho trabajo, viajes, desvelos, análisis y mucho pensamiento y mucho aprendizaje.
En muchas ocasiones, la gente que trabaja conmigo y que reporta directamente o indirectamente a mi, me ha dicho que mi estado de ánimo es un indicador del estado de ánimo del resto del equipo; honestamente nunca le había puesto mucha atención a esto y siempre pensé que era una forma de hacerme saber que era importante que me relajara y tomara las cosas con mas calma.
En estos últimos meses he aprendido muchísimo sobre el como el estado de ánimo de una persona que se encuentra más arriba que uno en el organigrama puede afectar el desempeño del resto del equipo. Sobre todo cuando ese estado de ánimo está envuelto en pasión por lo que se está haciendo.
Afortunadamente, en mi vida he sido parte de algunos equipos en donde han faltado muchas cosas, pero pocas veces hemos carecido de pasión. Esto ha permitido lograr cosas que para otros eran no posibles. Nos hemos divertido y hemos hecho lo que hemos querido hacer.
También puedo decir que antes de este periodo que describo arriba, y por espacio de un par de años, no pude observar esa pasión en muchos de los niveles superiores del organigrama. Triste y contagioso….
Creo que la pasión es un tema que es inherente a la naturaleza de cada persona. Algunos la tienen y otros no. Hay gente que parece que está dormida aún cuando se encuentre desempeñando actividades.
También creo que la gente apasionada no se puede limitar a sí misma y cuando en su vida hay una faltante de pasión, tiende a buscarla y encontrarla. Este proceso puede llegar a ser doloroso.
Hace unos días tuve oportunidad de ver a Deep Purple en vivo por primera ocasión en mi vida.
Confieso que compré los boletos mientras pensaba que Deep Purple fue una leyenda del Rock en su momento y que aunque venidos a menos, verlos por lo menos una vez en la vida es un “must” para poder palomear la lista de cosas importantes que hacer en la vida. Nunca fui un gran fan y no tenía grandes expectativas del concierto. Realmente mi interés quedaba cubierto al 50% al escuchar la icónica “Smoke in The Water” en vivo y el 50% restante con dos o tres canciones más.
Una vez más, ¡que gran equivocación!
Lo que vi en el escenario fue un derroche de pasión, diversión, maestría y profesionalismo.
Estos 5 “old timers” volvieron a darme una lección de que la edad no es un tema importante en la forma en que un ser humano vive la vida.
Aunque la producción fue bastante mediana y la calidad del sonido emitido por las bocinas fue bastante mediocre, la calidad del show que dieron los músicos sólo pudo ser calificado bajo el estándar de ¡Maestros!
Todos los asistentes al Teatro Telmex en Guadalajara pudimos apreciar la maestría en la ejecución, la diversión que mostraban los elementos de la banda al hacer su trabajo (que no se veía que les estuviese costando ningún trabajo).
Observamos a 5 músicos que venían preparados para dar un concierto en Guadalajara. 5 músicos que nos deleitaron con sus música, con extraordinarias ejecuciones de “solos” en sus instrumentos. Nos impresionaron con la habilidad y entendimiento que mostraron y sobre todo nos hicieron saber que antes de venir a Guadalajara, se juntaron, ensayaron y prepararon un show en donde pudimos escuchar arreglos de música Mexicana y música dedicada exclusivamente al público de Guadalajara.
En fin, creo que es momento de dejarme de rodeos y decir que aunque los últimos meses fueron complicados en mi vida personal y que han existido muchos cambios en mi vida por circunstancias planeadas y no tan planeadas, he logrado volver a conectarme con todo aquello que había olvidado acerca de la pasión y que irónicamente han sido dos buenos grupos de personas que están cerca del retiro los que me recordaron la forma en que hay que vivir el día.
Siempre he pensado que en la vida no es tan importante lo que hacemos sino con quien lo hacemos. Y en este caso yo me encuentro rodeado de gente que tiene pasión por la vida. Gente a la que le he aprendido mucho y con quienes disfruto mucho de que me acompañen en esta vida haciendo lo que hacemos, sin importar la actividad. Familiares, amigos, compañeros de trabajo, jefes y subalternos. Muchos de ustedes han sido grandes maestros.
La pasión no es sólo una característica que es necesaria al trabajar. La pasión es una característica necesaria en el alma humana para desempeñar todas las actividades en la vida.
La pasión a veces se nos esconde y es difícil encontrar una manera de recuperarla. Lo interesante es que si nos rodeamos de gente apasionada, ellos mismos nos van a contagiar de la misma y volveremos a ese estado que nos hace crear, construir y cambiar nuestros mundos.
¿Que sería del ser humano sin pasión? No podría ni imaginarlo.
Buena noche!
lo lei
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